Las "puntuaciones anómalas" o "extremas" dentro de un proceso de observación, se suele ligar íntimamente con las técnicas y modelos con los que estamos intentando describir los sucesos relevantes para el campo de investigación correspondiente.
Se suele asociar frecuentemente con aquellos elementos menos comunes, que nunca deben ser rechazados de forma sistemática, sino que deben ser analizados intentando averiguar sus causas así como poder predecirlos en el futuro.
No obstante, siempre deberemos tener en mente, que la valoración de un dato como algo “extremo” es complicado, ya que su atribución engloba implícitamente categorías asociadas como “excepcional” o “sorprendente”, que no dejan de ser en última instancia elementos subjetivos difícil definir, aún cuando se intenten anclar a procedimientos estadísticos u observaciones rigurosas.